Según las fuentes históricas, este famoso pintor francés nace en 1684 y es considerado como máximo precursor del arte rococó en la pintura. La historia universal lo cataloga como uno de los artistas más fascinantes de su tiempo.
En estas líneas profundizaremos sobre la vida, obra, formación y aporte de Jean Antoine Watteau con un conjunto de obras impregnadas de libertad en cuanto a su ejecución y proceso creativo. El pintor combina sus referentes para abrirse un maravilloso camino entre los grandes de su tiempo.
Todo el que aprecia su obra coincide en el constante tono melancólico que reflejan sus colores y figuras, característica principal del trabajo de Watteau según los grandes estudiosos de la pintura en comparación con los grandes exponentes de la pintura en su siglo.
La intención es mostrar a continuación los aspectos más relevantes de su vida, influencias, mentalidad, proceso creativo, referencias, obras, primeros años, formación y legado, a efectos de entender los orígenes y aporte dentro del mundo de hoy de sus piezas.
Sus inicios
Watteau comenzó su aprendizaje artístico a los once años con Jacques-Albert Guérin, pintor y decorador francés. Su padre era artesano en una pequeña ciudad flamenca que recién pasaba a dominio francés.
Su inspiración principal para pintar estaba en los paisajes de la región, caracterizados por una innegable influencia que fusionaba la estética flamenca con la holandesa, espacios muy típicos para representar la sencillez de su ciudad natal.
Tras la muerte de su maestro en 1706 se muda a París.
Formación
En Paris se unió a pintores flamencos del barrio de Saint-Germain-des-Prés y comenzó a perfeccionar su técnica trabajando en distintos talleres de artistas famosos como Claude Guillot, con quien conoció los ambientes del teatro y la farándula, así como la sociedad elegante, que tanto le sirvieron como motivo de inspiración. Con otro de sus maestros, Claude Audran III, adquirió experiencia en la pintura con elementos decisivos para darle identidad a su obra, lo cual le llevó a identificar un género propio y único.
Sin embargo, paradójicamente, Watteau fracasó en el concurso para el Prix de Rome, galardón que le hubiese proporcionado una beca para estudiar en Roma y la maravillosa oportunidad de reconocimiento que todo artista de la época necesitaba para crecer, tras lo cual, desencantado con sus progresos, vuelve a su ciudad natal: Valenciennes.
En 1711 regresa a París, y continúa su relación con el mundo teatral, representando a diversos personajes y obteniendo interesantes ingresos producto de su arte.
Particularmente los personajes que le daba el mundo del teatro eran los modelos que inspiraban sus piezas.
Fue denominado agregado de la Academia en 1712, responsabilidad que debía honrar donando una obra, la cual se titulaba “Peregrinación a la isla de Citera”, pieza que lo catapultó como exponente del nuevo género de las fêtes galantes.

Características de su obra
La gran relevancia de su obra está en la irreverencia de haber opuesto un estilo que contradecía las grandes composiciones de la época.
Sus piezas eran pequeñas, instaladas en caballetes y con muchas escenas de teatro y mitología que no tenían que ver con la majestuosidad del momento.
La melancolía y la nostalgia fueron puntos claves en sus creaciones, ambientaciones maravillosas dentro de estructuras impregnadas de arquitectura y naturaleza con la combinación de panoramas brumosos eran lo que le daba el aura de nostalgia a su obra.
Toda Europa tuvo conocimiento de sus pinturas, bien sea para ser exaltado o criticado por quienes lo seguían o lo imitaban, todos con el fin de dar a conocer el trasfondo poético de su aporte artístico.
El difuminado de contornos era esencial en su trabajo, llegando a confundir ciertos elementos como parte del paisaje y la luz.
Técnica
Jean Antoine Watteau era un maravilloso dibujante, tenía una ejecución minuciosa a la que aplicaba los colores diluidos en capas muy delgadas para lograr las transparencias que se aprecian en su trabajo.
La técnica principal de la época consistía en utilizar el barniz ligeramente coloreado, y a veces entre capas de pintura para darle textura a la obra, aunque hoy día complica la conservación de los cuadros y su limpieza.
Algunos expertos afirman que el arte de Watteau se aprecia mejor en sus dibujos, que subsisten en mejor estado y que solía reproducir en algunas pinturas.
Influencia de sus piezas
Su pintura estuvo impregnada de influencias flamencas y venecianas gracias a la oportunidad que tuvo de estudiar a los artistas renacentistas como referentes. Pudo conocer las obras de Giorgionne, Rubens y Tiziano para darle identidad a su obra.
Su vida en Europa se vio totalmente reflejada en las obras con escenas impregnadas por un erotismo lírico, teatro, música, personajes de la comedia del arte y la mitología.
Hay que destacar como ambiente principal de sus piezas los famosos jardines aristocráticos llenos de personajes elegantes que muestran el entorno social muy característico del rococó. Resaltar, además, personajes de proporciones pequeñas en relación con el conjunto de la tela.
Jean Antoine Watteause enfocaba en mostrar las calidades de las telas satinadas con las que vestía a sus personajes, así como los paisajes umbrosos con una técnica que recuerda a la pintura flamenca.

Últimos años
Muere de tuberculosis bastante joven, en 1721, a la edad de 37 años. Ya desde 1719 venía presentando gravedad en su tisis, año en que se traslada a Londres para consultar a su médico, y sin lograr ver mejoría retorna a París.
En los cinco últimos años de su vida pintó numerosas fiestas galantes con una composición que se repite en varias de ellas. El elemento esencial que identifica su obra es partir el cuadro en dos mitades.
Esta fórmula llena de identidad artística y originalidad su trabajo pictórico y que, sin duda, puede apreciarse hoy día en su legado dispuesto en distintas colecciones al representar con vegetación oscura a los personajes maravillosamente vestidos y en la otra mitad anteponer colores claros.
Watteau es el representante más antiguo e importante del estilo rococó, al realizar sus escenas galantes y costumbristas da inicio a un género nuevo que refleja la vida cortesana de la época y representa hoy día un aporte de infinito valor.