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Escultura

La escultura es una de las expresiones en las que el arte rococó tuvo un desarrollo notable. Si bien, no contó con un auge tan predominante como la pintura o la arquitectura, la escultura de tipo rococó, también alcanzó cierta trascendencia.

Curiosamente, no fue Francia el país donde alcanzó su esplendor, sino que fue más refinada y practicada en países de Europa Central y del Este. Este rumbo en su expansión marcó, notablemente, el modo en que serían representadas las obras.

Cupido fabricando su arco con la maza de Hércules de Edme Bouchardon

¿Cómo se desarrolló la escultura del Rococó?

El desarrollo de la escultura dentro del periodo rococó se da como consecuencia de la transición entre Luis XIV y Luis XV. Su origen, por ende, tiene lugar en Francia y posteriormente se extiende a otros países de Europa y América.

No obstante, aunque el arte rococó tuvo su origen en Francia y esta fue la cuna de muchos de los exponentes más destacados de la época, en el caso de la escultura, es Alemania el país donde adquiere mayor auge.

Así como Alemania, Rusia fue otra de las naciones que fue testigo de la belleza de las esculturas inspiradas en el arte rococó.

Este auge en el este de Europa, así como en otros continentes, es atribuible a la fama de artistas franceses, especialmente en el campo de la pintura.

En lo que respecta a la utilidad de la escultura rococó, sirvió para adornar tanto el interior como el exterior.

En Francia e Inglaterra, la presencia de estas obras en las iglesias católicas estuvo condicionada por su incompatibilidad con el recogimiento propio de los templos.

En virtud de ello, no se aprecian esculturas rococós de gran envergadura, sino que su presencia queda reducida a pequeños detalles destinados a ambientes externos.

Pero este no fue el caso de Alemania, donde el desarrollo de la escultura estuvo íntimamente ligado a la arquitectura. En virtud de ello, pueden apreciarse las obras escultóricas en diferentes templos religiosos.

Elementos característicos de la escultura Rococó

Uno de los aspectos resaltantes de las obras escultóricas del rococó es el predominio de la porcelana.

También predominó el empleo del mármol, el cual puede notarse en las obras de François Gaspard Adam, Christophe-Gabriel Allegrain y otros.

Así mismo, también se empleó la madera, el hierro y el bronce, especialmente en creaciones destinadas a templos de la iglesia católica.

A diferencia de lo que ocurre con la pintura rococó, la escultura perteneciente a esta corriente no presenta marcadas diferencias en relación con el barroco.

Sin embargo, debe resaltarse que en la primera predomina una suavidad y delicadeza que no se aprecia en la segunda. El resultado de la obra rococó es, comparado con la escultura barroca, mucho más delicado y ligero.

La libertad es una característica del rococó que puede apreciarse en los riesgos que muchas veces tomaron los escultores y que se evidencian en características, tales como la ausencia de simetría.

Dicha libertad también queda en evidencia en la temática de la obra escultórica rococó. La sensualidad y el erotismo también forman parte de los elementos que definen a esta corriente y muchas esculturas reflejan una acentuada desnudez.

Principales escultores del Rococó

La escultura bajo la influencia del rococó fue mayoritariamente asumida por artistas franceses y fueron estos, los encargados de expandirlo por el resto del mundo. Entre ellos, destacan los siguientes personajes:

Étienne Maurice Falconet

Maestro y escultor francés, considerado como uno de los más destacados artistas de su época. Durante su trayectoria, realizó obras pertenecientes al estilo barroco, rococó y al neoclásico.

Su estilo estuvo marcado por la influencia de Boucher y gracias a ello, el erotismo típico de las obras rococó se muestra delicado y elegante en las esculturas de Falconet.

Destacó por el empleo de la porcelana, tanto en grandes, como en pequeñas esculturas. No obstante, no se dedicó a ella de manera exclusiva, ya que una de sus obras más famosas es Pedro el Grande, elaborada en bronce.

Pedro el grande de Falconet

François Gaspard Adam

Su carrera inició con la restauración de esculturas y rápidamente ascendió obteniendo títulos de renombre en Francia. Su trabajo se basó principalmente en el modelado del yeso y el trabajo con el mármol.

Jean-Baptiste Bouchardon

Artista que se dedicó a la escultura y la arquitectura, padre de Edmé y Jacques Bouchardon, también escultores destacados de su época. Su trabajo estuvo marcado por la influencia religiosa y sus obras son talladas en madera.

Jacques François Joseph Saly

Escultor francés y uno de los principales precursores del estilo rococó en Dinamarca.

Una de sus obras de mayor trascendencia, fue su escultura del Rey Federico V a caballo. Trabajó esencialmente el mármol y destacó por su carrera académica.

Esculturas más importantes del estilo Rococó

Muchas de las grandes obras escultóricas del rococó se conservan hoy en día en museos y sitios emblemáticos de las capitales europeas.

Tal es el caso de la escultura de Pedro El Grande, elaborada en Bronce por Falconet y también conocida como el Caballero de Bronce. Es uno de los emblemas de San Petersburgo (Rusia) y se encuentra en la Plaza del Senado de dicha ciudad.

Un detalle curioso de esta escultura lo constituye la Piedra del Trueno, sobre la cual se yergue la estatua y cuyas dimensiones son colosales. La misma se conoce como la más pesada que ha sido transportada, con nada más que el esfuerzo humano.

También debe mencionarse a la Virgen de la Asunción, obra ejecutada en madera, cuya autoría corresponde a Bouchardon padre y que, actualmente, reposa en el Museo de Chaumont.

Así mismo, destacan obras tales como Cupido fabricando su arco con la maza de Hércules, de Edme Bouchardon, los bustos de yeso para Luis XV y Madame de Pompadour, realizados por Jacques Saly y las esculturas de Gaspard Adam, tales como Minerva o Diana en el baño.

A pesar de no tener elementos tan propios, sino más bien adquiridos del barroco, la escultura rococó dejó huella en la historia del arte y por eso, hoy todavía puede apreciarse la belleza de las obras de dicho periodo.

Otras disciplinas del rococó: